La diputada nacional del PRO, Patricia Vásquez, desató
una fuerte controversia tras presentar un proyecto de ley para eliminar
las fotomultas en todo el país. La propuesta, que busca erradicar las
sanciones automáticas al volante por considerarlas un “curro” y
no una herramienta efectiva de seguridad vial, generó un fuerte revuelo cuando
se dio a conocer que Vásquez acumula 34 infracciones impagas, con
una deuda que asciende a $6 millones.
El proyecto de ley plantea eliminar las fotomultas y
sugiere que las sanciones viales sean excepcionales y no una regla,
argumentando que el enfoque debería centrarse en mejorar la seguridad en calles
y rutas, en lugar de usar las multas como mecanismo recaudatorio. Sin embargo,
el descubrimiento de que la diputada adeuda una suma millonaria por
infracciones ha generado sospechas sobre sus verdaderos intereses.
El intercambio de acusaciones no tardó en llegar. El
periodista Diego Brancatelli fue uno de los primeros en criticar
duramente a Vásquez en redes sociales. "Esto es un ESCÁNDALO !!
La Diputada de Bullrich, @PatoVasquezOk, quiere anular las multas para no pagar
los millones de pesos que debe en… MULTAS. Casta Pura", escribió
Brancatelli en su cuenta de Twitter, insinuando que la iniciativa busca un
beneficio personal.
La respuesta de Vásquez no se hizo esperar, defendiendo
su propuesta y cuestionando la vara con la que se mide a los políticos. "Si
creen que con esto me van a frenar no me conocen ! Si unas multas sin
pagar es todo lo que me van a encontrar, que ni siquiera son mías. Ni hoteles
para lavar guita, ni millones de USD sin haber laburado, ni prostíbulos",
replicó la diputada, sugiriendo que sus críticos tienen antecedentes más
graves. Además, apuntó: "Muchachos, vara africana para ustedes, vara
suiza para nosotros. La gente no es ciega, solo ustedes no la ven".
La situación ha expuesto un posible conflicto de
intereses, ya que, de aprobarse la ley, la eliminación de las fotomultas podría
favorecer directamente a Vásquez al eximirla de la deuda acumulada. Según los
registros, las infracciones de la legisladora datan de hace aproximadamente
diez años, y todas están vinculadas a su vehículo personal, un Toyota
Corolla.
El cruce con Brancatelli ha polarizado aún más el debate.
Mientras algunos respaldan a la diputada, argumentando que las multas son
desproporcionadas y funcionan como una herramienta de recaudación abusiva,
otros consideran que el proyecto solo busca proteger a quienes, como ella,
tienen deudas pendientes con el Estado. En cualquier caso, la polémica promete
seguir escalando, con el proyecto de ley en el centro de la escena y la
credibilidad de los protagonistas bajo escrutinio.